- Quiero saber dónde debo ir. No quiero estar sin poder crecer. Aprendiendo las lecciones para ser. -
25 agosto, 2012
23 agosto, 2012
La flor no nace para ser hermosa… Nace para ser flor.
La flor no nace para ser hermosa… Nace para ser flor.
Su belleza requiere que quien la mire tenga la capacidad para descubrirla. Pueden pasar a su lado cientos… miles… Algunos ni siquiera se percatarán de su existencia. Otros no encontrarán en ella nada singular que la haga resaltar del paisaje que la contiene. …Habrá quienes pensarán solo es una flor más. Aún t
alvez aparezcan los que le dedicarán un par de miradas atraídos por sus colores y seguirán su camino…
Su belleza requiere que quien la mire tenga la capacidad para descubrirla. Pueden pasar a su lado cientos… miles… Algunos ni siquiera se percatarán de su existencia. Otros no encontrarán en ella nada singular que la haga resaltar del paisaje que la contiene. …Habrá quienes pensarán solo es una flor más. Aún t
alvez aparezcan los que le dedicarán un par de miradas atraídos por sus colores y seguirán su camino…
Pero en algún momento aparecerá quien no la considere una flor más, y tenga todo el tiempo necesario para deleitarse observándola en cada milímetro, descubra nuevas sensaciones al acariciar suavemente sus pétalos, y no siga de largo, sino que decida que es una flor demasiado hermosa para no conservarla. Así con profundo cuidado y amor, cavará en torno de su raíz y poniendo todo su cariño y atención la llevará a su propio jardín donde a cada momento pueda tenerla cerca para quererla, apreciarla, dejarse cautivar por ella… para amarla. Y no le pedirá que cambie su color, su forma, su aroma. Ella nació flor. Ella nació así.
22 agosto, 2012
Me gusta estar al lado del camino
Fumando el humo mientras todo pasa
Me gusta abrir los ojos y estar vivo
Tener que vermelas con la resaca
Entonces navegar se hace preciso
Fumando el humo mientras todo pasa
Me gusta abrir los ojos y estar vivo
Tener que vermelas con la resaca
Entonces navegar se hace preciso
En barcos que se estrellen en la nada
Vivir atormentado de sentido
Creo que esta si es la parte mas pesada
En tiempos donde nadie escucha a nadie
En tiempos donde contra todos
En tiempos de egoistas y mezquinos
En tiempos donde siempre estamos solos
Habra que declararse incompetente
En todas las materias del mercado
Habra que declararse un inocente
O habra que ser abyecto y desalmado
Yo ya no pertenezco a ningun istmo
Me considero vivo y enterrado
Yo puse las canciones en tu walkman
El tiempo a mi me puso en otro lado
Vivir atormentado de sentido
Creo que esta si es la parte mas pesada
En tiempos donde nadie escucha a nadie
En tiempos donde contra todos
En tiempos de egoistas y mezquinos
En tiempos donde siempre estamos solos
Habra que declararse incompetente
En todas las materias del mercado
Habra que declararse un inocente
O habra que ser abyecto y desalmado
Yo ya no pertenezco a ningun istmo
Me considero vivo y enterrado
Yo puse las canciones en tu walkman
El tiempo a mi me puso en otro lado
21 agosto, 2012
Donde el río se queda y la luna se va
donde nadie ha llegado ni puede llegar,
donde juegan conmigo los versos en flor
tengo un nido de plumas y un canto de amor.
Tú, que tienes los ojos mojados de luz
y empapadas las manos de tanta inquietud,
con las alas de tu fantasía
me has vuelto a los días
de mi juventud...
Pequeña
te digo pequeña
te llamo pequeña
con toda mi voz.
Mi sueño
que tanto te sueña
te espera, pequeña,
con esta canción.
La luna,
¡qué sabe la luna
la dulce fortuna
de amar como yo!
Mi sueño
que tanto te sueña
te espera, pequeña
de mi corazón.
Hace mucho que espero, y hará mucho más,
porque tanto te quiero que habrás de llegar,
con las alas de tu fantasía
serás la alegría de mi soledad.
donde nadie ha llegado ni puede llegar,
donde juegan conmigo los versos en flor
tengo un nido de plumas y un canto de amor.
Tú, que tienes los ojos mojados de luz
y empapadas las manos de tanta inquietud,
con las alas de tu fantasía
me has vuelto a los días
de mi juventud...
Pequeña
te digo pequeña
te llamo pequeña
con toda mi voz.
Mi sueño
que tanto te sueña
te espera, pequeña,
con esta canción.
La luna,
¡qué sabe la luna
la dulce fortuna
de amar como yo!
Mi sueño
que tanto te sueña
te espera, pequeña
de mi corazón.
Hace mucho que espero, y hará mucho más,
porque tanto te quiero que habrás de llegar,
con las alas de tu fantasía
serás la alegría de mi soledad.
y repaso viejas fotos.
Ya no soy aquel muchacho
con relámpagos en los ojos.
Conservo miedos
por los que aún debo cantar.
Aún siento el vértigo helado
al echar la vista atrás.
Aún me emocionan
viejas luchas,
el "no pasarán".
Me duele América.
Amo viajar.
Sueño y milito
en tu risa,
en la amistad.
Leo tebeos.
Odio madrugar.
Aún creo en la utopía,
y no soy el mejor hombre.
Reconozco que me cansa
dar siempre explicaciones.
Quiero que sepas
que, aunque arrastro mis fracasos,
si quieres contar conmigo,
aún guardo fuego en mis manos.
He aprendido
a hacer maletas
y a comer solo.
A reparar espejos rotos.
Sé del tesoro
de las cosas más pequeñas,
no siempre sé
lo que tiene urgencia.
Hago balance.
Queda todo por hacer.
Si tú quieres te acompaño.
No soy más que lo ves.
20 agosto, 2012
Como le decía Aquiles a Briseida ; “los dioses nos envidian” por que todo es más hermoso cuando es fugaz.
Yo no querría ser como esa medusa “inmortal”. Para empezar ¿qué importancia tengo yo, como ser independiente, para que tenga que repetirme una y otra vez a lo largo de los siglos?. ¿Que clase de ceguera y orgullo malsano lleva a tales deseos?. ¿Que cobardía hace que uno se aferre a la vida de tal forma en lugar de entregarla como un héroe?. Quien busque ganar la vida la perderá y quien no se cuide de eso es probable que la gane.
17 agosto, 2012
15 agosto, 2012
Entre lo que veo y digo,
Entre lo que digo y callo,
Entre lo que callo y sueño,
Entre lo que sueño y olvido
La poesía.
Entre lo que digo y callo,
Entre lo que callo y sueño,
Entre lo que sueño y olvido
La poesía.
Se desliza entre el sí y el no:
dice
lo que callo,
calla
lo que digo,
sueña
lo que olvido.
No es un decir:
es un hacer.
Es un hacer
que es un decir.
La poesía
se dice y se oye:
es real.
Y apenas digo
es real,
se disipa.
¿Así es más real?
Idea palpable,
palabra
impalpable:
la poesía
va y viene
entre lo que es
y lo que no es.
Teje reflejos
y los desteje.
La poesía
siembra ojos en las páginas
siembra palabras en los ojos.
Los ojos hablan
las palabras miran,
las miradas piensan.
Oír
los pensamientos,
ver
lo que decimos
tocar
el cuerpo
de la idea.
Los ojos
se cierran
Las palabras se abren.
"Decir, hacer" - Octavio Paz
dice
lo que callo,
calla
lo que digo,
sueña
lo que olvido.
No es un decir:
es un hacer.
Es un hacer
que es un decir.
La poesía
se dice y se oye:
es real.
Y apenas digo
es real,
se disipa.
¿Así es más real?
Idea palpable,
palabra
impalpable:
la poesía
va y viene
entre lo que es
y lo que no es.
Teje reflejos
y los desteje.
La poesía
siembra ojos en las páginas
siembra palabras en los ojos.
Los ojos hablan
las palabras miran,
las miradas piensan.
Oír
los pensamientos,
ver
lo que decimos
tocar
el cuerpo
de la idea.
Los ojos
se cierran
Las palabras se abren.
"Decir, hacer" - Octavio Paz
14 agosto, 2012
Y exhala tu pena un perfume muy dulce y se congela el sueño.
Se apagan los cuerpos, miras la ventana con aire ausente
como quien mira alumbrada por la luz del ocaso a un niño que duerme.
Tus ojos se tiñen con el viejo color de la infancia,
nostalgia del tiempo en que todo tenía respuesta,
en que era más largo el verano y más pequeño tu mundo.
Y unos pasos seguían siempre de cerca a los tuyos.
Y yo te diría, no sé,
que las cosas van a marchar bien,
te mostraría el futuro, la borra del café,
con ángeles y estrellas,
noches, milongas
e historias, ¿recuerdas?, que hablan
de viejos amantes que crecen,
que dudan y esperan
su turno mientras anochece
y el mundo se enferma.
A veces vigilo con calma tu rostro mientras miras fuera.
Escribes, navegas, revisas las fotos del último viaje.
Y cubre de nieblas tu piel, sin aviso, la memoria herida.
Fumas un cigarro, suspiras y esparces todas las cenizas.
Te callas y el miedo, feroz, cose tus pestañas.
Delicadas alas de una dulce mariposa,
veloz, fuerte y luminosa. Sin tregua persigo su vuelo
y cubre nuestra casa el polvo del recuerdo,
Y, como la tierra generosa abraza la raíz
de un frutal encendido, yo te abrazo a ti.
Y abrazo tu ropa, no sé, tus maletas
tu rostro, tus dudas, tus pies, su huella,
tus manos y hasta tus zapatos,
tu pena, mi castigo,
la curva de tu espalda,
el hueco en el que anido.
La mujer más vieja del mundo
vende paz, espera de pie en lo oscuro,
a que vayas a su encuentro para curarte la herida,
para despejar tus dudas, para enterrarte en caricias,
para esconderte en sus manos, para que te amparen frías.
Recibiendo golpes, y no sólo de la vida.
Como hojas en otoño se iban cayendo sus días.
¿Qué harás cuando el tiempo devore todas tus horas?
Quizás te cubra la nieve, quizás envejezcas sóla.
vende paz, espera de pie en lo oscuro,
a que vayas a su encuentro para curarte la herida,
para despejar tus dudas, para enterrarte en caricias,
para esconderte en sus manos, para que te amparen frías.
Recibiendo golpes, y no sólo de la vida.
Como hojas en otoño se iban cayendo sus días.
¿Qué harás cuando el tiempo devore todas tus horas?
Quizás te cubra la nieve, quizás envejezcas sóla.
La vida era un simulacro de lo real
hasta que el viento trajo tu voz a mi habitación.
Inesperada como tormenta en tiempo estival,
como el olor a tierra mojada, llegó tu voz.
Entró un susurro por la ventana
que estaba abierta de par en par.
Eran días calurosos,
tú gemías, yo tan solo.
Tu suspiro traspasaba la pared.
Quedé inmóvil, hechizado,
creí haberme enamorado.
No te vi yo, sólo te escuché.
Tu susurro atronador inundó mi casa,
y me olvidé de todo,
yo sólo te escuchaba.
Me diste la vuelta a la cabeza como a un calcetín.
Petrificado, te imaginé. Tu voz febril
recorrió todos los muebles de la cocina,
hizo temblar la ropa tendida,
y sobre mi frente se fue a posar.
Aquel rumor sonaba a viejo abracadabra
y removió las pelusas bajo la cama.
Abrió mis libros, los cajones, mi corazón.
Mientras ella amaba todo se paró.
Y en la calle volaron todas las palomas,
se desvanecieron las sombras,
se detuvo toda la ciudad.
hasta que el viento trajo tu voz a mi habitación.
Inesperada como tormenta en tiempo estival,
como el olor a tierra mojada, llegó tu voz.
Entró un susurro por la ventana
que estaba abierta de par en par.
Eran días calurosos,
tú gemías, yo tan solo.
Tu suspiro traspasaba la pared.
Quedé inmóvil, hechizado,
creí haberme enamorado.
No te vi yo, sólo te escuché.
Tu susurro atronador inundó mi casa,
y me olvidé de todo,
yo sólo te escuchaba.
Me diste la vuelta a la cabeza como a un calcetín.
Petrificado, te imaginé. Tu voz febril
recorrió todos los muebles de la cocina,
hizo temblar la ropa tendida,
y sobre mi frente se fue a posar.
Aquel rumor sonaba a viejo abracadabra
y removió las pelusas bajo la cama.
Abrió mis libros, los cajones, mi corazón.
Mientras ella amaba todo se paró.
Y en la calle volaron todas las palomas,
se desvanecieron las sombras,
se detuvo toda la ciudad.
No vas a llorar conmigo,
ni elevarte a las alturas,
no soy tu media naranja,
eres fruta entera y madura,
eres la duda que quema,
olor a tierra mojada
tras la lluvia que trajo el verano
en el que ardió mi atalaya.
No quieres mi luz ni mi consuelo,
eres la herida encarnada.
Hija de Artemisa y de Lilith,
quizá regreses al alba.
ni elevarte a las alturas,
no soy tu media naranja,
eres fruta entera y madura,
eres la duda que quema,
olor a tierra mojada
tras la lluvia que trajo el verano
en el que ardió mi atalaya.
No quieres mi luz ni mi consuelo,
eres la herida encarnada.
Hija de Artemisa y de Lilith,
quizá regreses al alba.
Despierta ya verás, que te están esperando,
paciendo en el portal una reata de pegasos
para cruzar el cielo tras la estrella del vencido
y hacerse las preguntas que exigen estar aún vivo.
Despierta, has de pintar, nuevas constelaciones
para que navegantes extraviados en la noche
encuentren el camino que les acerca al mañana
en el que prometeo burla al dios y trae la llama.
Que el destino no parió la miseria en la que duermes,
nació de las voluntades de mil hombres y mujeres
que nada está escrito para siempre
despierta.
paciendo en el portal una reata de pegasos
para cruzar el cielo tras la estrella del vencido
y hacerse las preguntas que exigen estar aún vivo.
Despierta, has de pintar, nuevas constelaciones
para que navegantes extraviados en la noche
encuentren el camino que les acerca al mañana
en el que prometeo burla al dios y trae la llama.
Que el destino no parió la miseria en la que duermes,
nació de las voluntades de mil hombres y mujeres
que nada está escrito para siempre
despierta.
En las noches vacías en que regreso
solo y malherido, todavía me arrepiento
de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo.
A ahora que te encuentro, veo que aún arde
la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde
para nacer de nuevo, para amarte.
Debo decirte algo antes de que te bajes
de este sucio vagón y quede muerto,
mirarte a los ojos, y tal vez recordarte,
que antes de rendirnos fuimos eternos.
solo y malherido, todavía me arrepiento
de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo.
A ahora que te encuentro, veo que aún arde
la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde
para nacer de nuevo, para amarte.
Debo decirte algo antes de que te bajes
de este sucio vagón y quede muerto,
mirarte a los ojos, y tal vez recordarte,
que antes de rendirnos fuimos eternos.
Noche tras noche
me hago adicto a tus ritmos,
tus sonidos, tus sabores.
Cargados de buenas intenciones
nos empapamos de urbanidad,
vendimiando en las aceras
alguna que otra hermosa amistad.
Y yo vigilo tu sonrisa mientras tomas un té
en un café del centro.
Mar adentro, mientras las sirenas cantan,
hay quien se tapa los oídos,
quien se ata al mástil de proa.
Tú y yo dejamos
que nos seduzcan con su canto.
Nos estrellamos
contra las rocas.
me hago adicto a tus ritmos,
tus sonidos, tus sabores.
Cargados de buenas intenciones
nos empapamos de urbanidad,
vendimiando en las aceras
alguna que otra hermosa amistad.
Y yo vigilo tu sonrisa mientras tomas un té
en un café del centro.
Mar adentro, mientras las sirenas cantan,
hay quien se tapa los oídos,
quien se ata al mástil de proa.
Tú y yo dejamos
que nos seduzcan con su canto.
Nos estrellamos
contra las rocas.
Ya no sé que inventar
para llenar las horas.
Todas las cosas se empeñan
en hablarme de ti.
Y, así, te escribo, me hago un té, me duermo.
Salgo de casa, me digo que estoy bien, me miento
Feliz, sonrío y la tormenta se despide
y en mi sonríen todos los hombres del mundo.
En ti descubro siempre todos los misterios,
la calma que atenúa este implacable vértigo.
Y todo se ha de salvar si apareces tú.
AMORES IMPOSIBLES
Miran al cielo y piden un deseo:
contigo la noche más bella.
Amores imposibles
que escriben en canciones
el trazo de una estrella.
Cartas que nunca se envían.
Botellas que brillan
en el mar del olvido.
Nunca dejes de buscarme
la excusa más cobarde
es culpar al destino,
contigo la noche más bella.
Amores imposibles
que escriben en canciones
el trazo de una estrella.
Cartas que nunca se envían.
Botellas que brillan
en el mar del olvido.
Nunca dejes de buscarme
la excusa más cobarde
es culpar al destino,
Él decide por fin vomitar las ideas,
ella lo sabe y tranquilamente lo espera.
Sin calma planea su fuga este preso,
ella no lo mira, no aguanta su aliento.
Ya llegó el final, y van a encontrar
en su corazón arena de desierto.
Perdida la calma, se pone muy serio,
cunde el pánico y le invade un horrible miedo.
Su boca cobarde pronuncia: "Te quiero.
No te vayas nunca, no te vayas lejos".
Y ella echa a temblar, ella echa a temblar,
ella echa a temblar: "Yo también te quiero".
Ataremos bandadas de gorriones a nuestras muñecas,
huiremos lejos de aquí, a otro planeta.
Llévame donde no estés,
ella lo sabe y tranquilamente lo espera.
Sin calma planea su fuga este preso,
ella no lo mira, no aguanta su aliento.
Ya llegó el final, y van a encontrar
en su corazón arena de desierto.
Perdida la calma, se pone muy serio,
cunde el pánico y le invade un horrible miedo.
Su boca cobarde pronuncia: "Te quiero.
No te vayas nunca, no te vayas lejos".
Y ella echa a temblar, ella echa a temblar,
ella echa a temblar: "Yo también te quiero".
Ataremos bandadas de gorriones a nuestras muñecas,
huiremos lejos de aquí, a otro planeta.
Llévame donde no estés,
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