- Quiero saber dónde debo ir. No quiero estar sin poder crecer. Aprendiendo las lecciones para ser. -

08 mayo, 2013


La gente vive gracias al amor. El amor por uno mismo es el principio de la muerte.
El amor por el prójimo y por Dios es el principio de la vida.

El amor no es una fuente, es una consecuencia del hecho de comprender el principio
espiritual divino que existe en todos nosotros.

Perfecciona tu alma, con la confianza de que sólo en ese caso contribuirás al
perfeccionamiento de la sociedad más grande de la que formas parte.

Vivimos una vida absurda, contraria a la comprensión de la vida en la que ahondaron
las personas más sabias de todos los tiempos. Esto sucede porque se educa mal a
nuestras jóvenes generaciones: se les enseñan ciencias diferentes, pero no el sentido de
la vida.
La única ciencia verdadera es el conocimiento de cómo una persona debería vivir su
vida. Y este conocimiento está abierto a todo el mundo.


Cuanto más una persona sigue a su intelecto y controla sus pasiones, más se acerca a
la vida espiritual, al amor de Dios y al prójimo.
Pensamos que un hombre está loco si, en lugar de cubrir su casa con un tejado y
poner ventanas en sus marcos, sale en plena tormenta y se expone al viento, la lluvia y
las nubes. Pero todos hacemos lo mismo cuando denunciamos y vilipendiamos la
maldad de los demás, en lugar de combatir la maldad que existe en nuestro interior. Es
posible desembarazarse de esa maldad que nos habita, al igual que es posible construir
un techo y ventanas para nuestra casa. Es posible. Pero no nos es posible destruir la
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maldad del mundo, del mismo modo que no podemos ordenar al tiempo que cambie y a
las nubes que desaparezcan. Si, en lugar de dar lecciones a los demás, procuráramos
educarnos y perfeccionarnos, habría menos maldad en el mundo, y toda la gente viviría
mejor. No dejes que tus errores te avergüencen. Nada puede enseñarnos más que
comprenderlos. Es uno de los mejores métodos de autoeducación. Thomas Carlyle.
Se nos antoja que el trabajo más importante del mundo es el trabajo visible,
perceptible a través de los ojos: construir una casa, arar la tierra, alimentar al ganado,
recolectar fruta. Y que el trabajo invisible, el trabajo de nuestra alma, no es importante.
Pero el trabajo invisible de perfeccionar nuestra alma es el trabajo más importante del
mundo, y todas las demás formas visibles de trabajo sólo son útiles cuando llevamos a
cabo este trabajo fundamental.




Nadie sabe a dónde va la raza humana. Por lo tanto, la sabiduría mayor consiste en
saber a dónde deberías ir: hacia la perfección.
Un hombre sabio busca sabiduría; un loco piensa que ya la ha encontrado. Proverbio
persa.
Lo importante no es el lugar que ocupamos, sino la dirección en que nos movemos.
Oliver Wendell Holmes.
Tus actos deberían estar determinados, no por el deseo de quienes te rodean, sino por
las necesidades de toda la humanidad.





«Yo y Dios somos lo mismo», dijo el maestro. Si crees que mi ser espiritual es Dios,
estás equivocado. Pero mi yo verdadero está próximo a Dios, y a los demás. Con el fin
de comprender esta parte de mí, deberías educar al hombre que hay en tu interior.
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Cuando lo hayas hecho, verás que no existe ninguna diferencia entre él y cualquier otra
persona de la tierra.
Sólo da la impresión de que nos diferenciamos. Una flor que crece en un árbol puede
pensar que es un ser diferente, pero todas las flores son partes del mismo florecimiento
de un manzano, y todas proceden de una sola semilla.


Cuando preguntaron a Sócrates de dónde venía, dijo que era un ciudadano del
mundo. Se consideraba un ciudadano del universo.












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