- Quiero saber dónde debo ir. No quiero estar sin poder crecer. Aprendiendo las lecciones para ser. -

14 mayo, 2011

La Estética de lo Roto. (Grupo Escombros)

• El arte no es una teoría: es un acto de libertad.

• El arte no se compra ni se vende. Admitir que la obra de arte es una mercancía, es admitir que el hombre es un objeto de compra-venta. El arte se hace y se comparte. Toda actitud mercantilista es una forma de corrupción. El arte no es un negocio: es una forma de vida.

• Hay un nexo que une a un partido de fútbol, un baile popular, una exposición de arte, un acto político y un festival de rock: ese nexo es la gente. Toda obra de arte que no involucra el concepto de participación es un mero objeto. Su valor cultural, sea cual fuere su valor comercial, es nulo.


• La obra de arte, como el café instantáneo y las jeringas descartables, se hace, se usa y se tira. No es un objeto, sino una actitud: el arte es una manera apasionada de vivir.


• Toda obra de arte es un relato de guerra: la que libra, sin cuartel, la libertad frente a la represión.

• El artista es el amplificador de la conciencia colectiva. La obra de arte revela lo que el poder oculta y dice lo que la sociedad calla.



• El sueño del Poder es congelar la historia. El artista alerta a la conciencia colectiva cada vez que cae prisionera de ese sueño. El artista no cambia al mundo: lo mantiene despierto. Se inserta en él como la espina en la carne: le produce dolor para señalarle la existencia de la enfermedad. Esa enfermedad es el silencio.


• El artista está en el mundo para romper el orden establecido. De esa ruptura surgirá un nuevo orden que volverá a romper. Así hasta el infinito.

• El artista es el guardián de la vida. fuente de todos los valores.

• Animar lo deprimido; unir lo separado; eliminar toda frontera; reemplazar el “yo” por el “nosotros”; recuperar lo perdido; resucitar lo muerto; hacer real lo abstracto; volver lógico lo irracional; liberar lo sometido; hacer posible lo imposible. Ese es el rol del artista.

• La única riqueza del artista es la posesión del instante.



• No importa nuestra edad ni el lugar donde hayamos nacido. No importa si nuestra obra es incipiente o el fruto de la madurez. No importa, siquiera, nuestro mayor o menor grado de conciencia. Todos los artistas sin excepción, sabiéndolo o no, estamos tocando una sinfonía de una sola nota: la culminación del mundo que conocemos.

• Ser artista hoy, es emprender la tarea demoledora de reescribir el Apocalipsis.

• El artista es un exorcista. Expulsa del cuerpo social a la muerte y sus cómplices: la depresión; la indiferencia; el desprecio por el otro; el sentimiento de inutilidad; la fascinación de la nada.



• El mundo es un abismo y el artista crea mientras cae. El vértigo es la condición humana.

• Todo ser humano es, en potencia, un artista. Alguien capaz de expresar lo que piensa y siente. Alguien capaz de utilizar como herramientas la imaginación y la sensibilidad. Alguien capaz de pelear por estos ideales: la búsqueda de la verdad y la defensa de la libertad.

• Sólo los soñadores son capaces de modificar la realidad. Los otros, los que creen que dos más dos es solamente cuatro, la reducen y simplifican hasta convertirla en una ruina.

• No hay reglas, no hay señales, no hay límites, no hay certezas. Esta es la realidad y es lo que expresamos: la forma de un mundo que carece de forma.

• Hay un solo proyecto cultural posible: la supervivencia.

• No hay que tener miedo.

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