- Quiero saber dónde debo ir. No quiero estar sin poder crecer. Aprendiendo las lecciones para ser. -

27 abril, 2012

La desesperación, la angustia, la desolación, invaden los rostros de estas mujeres madres, que ven a sus hijos fusilados por la espalda en las grandes ciudades del tercer mundo; de niños, con sus ojos, sus hígados, sus corazones arrancados ...para ser vendidos al mejor postor; sus hijos, sus niños, víctimas de violaciones, de la tortura policial, de las dictaduras militares o civiles y de la guerra. Millones de niños que mueren de hambre o de enfermedad fácilmente curables, sin escuelas, sin hogar, deambulando por las calles o la tierra seca: niños viejos sin un día de alegría, con sus grandes ojos húmedos, brillantes de tristeza. Víctimas que ni siquiera entienden su dolor... solamente el miedo.
Oswaldo Guayasamín.

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