- Quiero saber dónde debo ir. No quiero estar sin poder crecer. Aprendiendo las lecciones para ser. -

08 abril, 2012

CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DEL ARTISTA



Que el artista es una persona especial, diferente, incomprendida la mayor parte de las veces, no se puede dudar. 
Querámoslo o no, nos parecemos y nos lleva un afán común: la belleza sublime, el placer estético, la obra maestra, acercarnos lo más posible a la creación más perfecta...( olvidamos que la perfección sólo pertenece a Dios...)


Miremos hacía dentro, instrospectivamente, a las profundidades de nuestro Yo. Somos solos, ¿ No es cierto?. No, pero no me interprete mal. Estamos rodeados de personas, de seres queridos, de muchos, pero quienes nos circundan no comprenden la belleza que nosotros a veces captamos, el goce que sentimos, los colores que soñadamente vemos. Tenemos que separarnos para crear. Allí, silenciosos, escuchamos el vibrar de las cuerdas del corazón. Ese melodioso sonido sólo nos pertenece a quienes hacemos arte: los artistas.


El pintor (o pintora, por supuesto), es un sujeto muy especial, posee una personalidad diferente, capacidades cognoscitivas e intelectuales de manera muy peculiar. El modo en que trabaja su mente en el proceso de crear se basa en una particular repercusión de factores externos de su vida. (Otros nó. Pasan por la viday no ven). Debe eso sí, también poseer algunos elementos endógenos que contribuyan a hacerle más fácil su tarea. El arte, para el artista, está allí, delante de todos, pero sólo para él es posible su percepción.


Es un individuo con gran capacidad para sublimar impulsos inconscientes. Si ama, con ese amor inconfesable, lo vuelca en el romanticismo de su obra. Allí está el mensaje, allí leemos y encontramos el amor). -Podría también leerse el odio la agresión- Carece de convencionalismos. Lo concreto, banal y corriente, le cansa, le fastidia. Se aísla. Se cataloga de solitario, o solitaria. No, no se separa de la banalidad cotidiana, la tolera, pero con esfuerzo. Posee una personalidad autómata, una rica vida imaginativa, se hace preguntas que nosotros nó, como: ¿Por qué los colores se ven más hermosos en una tarde gris?, o, la tórtola posada en el tronco de ese viejo olivo, ¿canta o se lamenta porque su amor se fue?, o, ¿ Por que los grillos tocan su concierto de violines a la luna llena?. Posee también una inusual capacidad para generar ideas.


A veces el artista se aleja de la realidad y no vuelve. Permanece en ese mundo creado sólo por él. A lo mejor lo ha deseado, pero nadie le comprende. Se le cataloga como enfermo mental...Todos lo sienten..., lo compadecen. El artista, en su particular realidad es feliz. Se ha quedado en el mundo que siempre soñó.


Existen estudios que demuestran que aproximadamente el treinta y seis por ciento de los artistas poseen una alteración mental susceptible de tratamiento. El arte se da en personas más lábiles y frágiles en el ánimo y la percepción. Es, al parecer,la herramienta sublime en el arte de lograr una obra maestra. La gimnasia de sumergirse y luego salir a voluntad de este mundo de fantasía es lo que facilita esta tendencia.
En todo caso, si alguna predisposición existiera, el artista puede crear en la medida que tenga sana su capacidad de concebir y realizar su obra. Incluso es una defensa. Puede encontrar alivio terapéutico en hacerla.


En resumen, el arte, del color en este caso, esa sublime capacidad para sumergirnos en un mundo encantado para perpetuar lo bello, nos pertenece sólo, a los artistas.


Dr. Mario Quijada Hernández
Médico Psiquiatra.
Socio de la Sociedad Nacional de Bellas Artes

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