- Quiero saber dónde debo ir. No quiero estar sin poder crecer. Aprendiendo las lecciones para ser. -

13 diciembre, 2011

De cuando el mundo deja de existir



Sigo bebiendo los amargos colores de la noche que se acerca. No viendo sino imaginando en tus ojos los misterios que te pueblan, para luego poder recordarlos como lo que fueron, una furtiva esperanza, una soga salvadora. Hoy no tiembla mi mano pero sólo logro dibujar un corazón asimétrico. Quizás ya no exista cobijo que nos ayude a librarnos de esta moira, de este destino.
Camino justo donde muere la tarde. Tengo rostro y una vida fragmentada y habito en tu memoria. Ladro tu nombre colgado de los techos. Hay que gritar hasta el desmayo. Gritar tanto, que los afectos son escasos, que el silencio a veces duele, que estando con vos no quiero volver nunca a casa.
Hoy simplemente respiro tu sombra y exhalo nostalgias. A ciegas, eso sí, siempre a ciegas. Ya te irás vos a salvar el viento, pero ahora no. Ahora, en la noche cerrada, la tormenta se vuelve pasión.

Río Gallegos - Agosto de 2011

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