Que me mire a los ojos cuando hablo.
Que escuche mis tristezas y angustias con paciencia y aún cuando no comprenda, respete mis sentimientos.
Necesito de alguien que venga a luchar a mi lado sin ser llamado.
Alguien lo suficientemente amigo para decirme las verdades que no quiero oír, aún sabiendo que puedo irritarme.
Por eso, en este mundo de indiferentes, necesito de alguien que crea en cosas misteriosas, desacreditadas, casi imposibles como la
amistad, la democracia, la justicia, la sinceridad, la familia, el amor y Dios.
Que se obstine en ser leal, simple y justo.
Que no se vaya si algún día pierdo mi oro y no pueda ser más la sensación de la fiesta.
Que reciba con gratitud mi auxilio, me mano extendida, aún cuando eso sea muy poco para sus necesidades...
Necesito que me apapachen!
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