- Quiero saber dónde debo ir. No quiero estar sin poder crecer. Aprendiendo las lecciones para ser. -

31 octubre, 2010

Erase un hombre ocioso, sediento de creatividad y muy curioso. Recorria un camino llamado Vida, el cual habia sobrellevado sin problemas durante un poco mas de 15 años. En su aventura, se encontro con un desvio. Un camino horriblemente acogedor, al cual su curiosidad no pudo resistirse. Al sendero le apuntaba un cartel con la palabra Arte, vocablo que nunca habia escuchado en toda su travesia. A pesar de las ortigas, piedras filudas, y por ahi uno que otro clavel que contrastaba el crudo paisaje, no le produjo desconfianza, ni siquiera una pizca de miedo, y decidio continuar por aquella ruta. Al ver que no habia diferencias, su locura pudo mas que su razon y se dispuso a caminar descalzo. Queria sentir. Al caminar unos metros, lo embriago una horrible sensacion. "Esto es dolor", se dijo. El curioso hombre miro atras buscando sus zapatos, pero ya habia avanzado muchos metros. Para él retroceder no tenia sentido y ya era demasiado tarde. Debia continuar. Recorrio muchos kilometros, pisando fuerte, rosando las ortigas, y cuando tenia la oportunidad, descansaba sus ajetreados pies sobre los nobles claveles. Durante un par de años estuvo asi. Llorando sobre las ortigas, durmiendo una reconfortante siesta en invierno sobre los claveles. De vez en cuando miraba atras, como buscando sus zapatos, con cierta duda, a veces con la pregunta "por que hago esto?", otras veces con el entusiasmo de descubrir algo en el camino. Era un tipo bipolar. Precisamente eso lo hacia continuar. La curiosidad y el ocio, las ganas de derramar su masa encefalica sobre algun arbol. La creatividad que yacia en su interior, aun no despertaba. Ya en el cuarto año de viaje, comenzo a sentir la soledad. Comenzo a sentir la duda. Como si cada piedra que piso en esos cuatro años en busqueda de lo desconocido estuviese ahora sobre sus hombros. Se poso sobre un clavel y empezo a llorar. Para él las lagrimas eran como caracoles transparentes que caminaban por sus mejillas, siempre lo habian sido. Sentia miedo. Lo atrapo la angustia. En su llanto, comenzo a notar que del cielo llovian plumas. Plumas doradas. Nada habia intrigado mas a este hombre en todo su viaje que aquel extraño suceso. Al mirar las nubes, vio que un ave planeaba en circulos hacia él. "Buitres" penso. En esos momentos no podia pensar nada mas positivo. Al instante recordo que los buitres no son dorados, y se intrigo aun mas. El ave, de hermosas plumas, se poso sobre un clavel proximo a donde estaba el hombre, e inmediatamente cruzaron la mirada. "Por que lloras?" pregunto el pajarillo. El hombre, asombrado de ver que habia mas que ortigas y piedras en ese lugar, respondio: "Creo haberme equivocado de camino. Estoy cansado de caminar y caminar, y no encontrar con qué saciar esta necesidad que tengo dentro, que ni siquiera se que es !". El ave arranco una pluma de una de sus alas y la poso sobre la mano derecha del hombre :

"Estas en la ruta correcta, hombre. El camino del Arte es dificil de andar, pero si vuelas junto a tu imaginacion, no hay ortigas que pisar".

By Fredo
http://fredoart.deviantart.com

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